La Lepra en tiempos del COVID-19
“Parece la época de la lepra” dice Eduardo Pascual, camionero de Mendoza (Argentina), para describir cómo se siente recorriendo el país, al llegar a determinados sitios donde le miran con recelo o le increpan por temor al contagio.
A 10.720 kilómetros, Miguel Rodríguez, Consejero de Sanidad de Cantabria (España), llama a no estigmatizar a los contagiados por el coronavirus: “tener COVID no es tener lepra”.
Dos ejemplos, que no nos ha costado nada encontrar en estos días, de cómo, aún hoy, con todo lo que sabemos sobre la lepra, esta enfermedad se mantiene en los primeros puestos del ranking de “lo peor que te puede pasar”.
Seguimos utilizando la lepra para hablar de lo que queremos mantener apartado, para justificar el rechazo, el estigma…. Olvidamos que miles de personas en el mundo siguen padeciendo esta enfermedad. Palabras que duelen a los afectados y a sus familias, que también padecen sus consecuencias sociales, incluso una vez curados.
Las personas afectadas por lepra son en estos días, además, especialmente vulnerables al COVID19 por varias razones. Primero porque el tratamiento contra la lepra hace que bajen sus defensas. En segundo lugar, el confinamiento pone en riesgo la continuidad del tratamiento y control de la enfermedad. Además, en los contextos de pobreza, el hacinamiento, la falta de medios para mantener la higiene y una alimentación adecuada… facilita los contagios de ambas enfermedades. Tampoco podemos olvidar a las personas que viven al día, para las que el confinamiento supone no poder llevar alimento a sus familias.
Desde Fontilles, seguimos trabajando para luchar contra el estigma y, sobre todo, y más en estos días del coronavirus, para asegurarnos que todas las personas tienen acceso al tratamiento que necesitan y las familias más pobres reciben apoyo social (alimentos, productos de higiene…). No podemos dejar a nadie atrás. Este coronavirus lo paramos si lo paramos para todas las personas y en todos los países.
No debemos comparar enfermedades que generan tanto sufrimiento, pero el señor Rodríguez tiene razón: “tener COVID no es tener lepra”. En países como el nuestro, en que podemos detectar y curar la lepra, es mucho mejor tener lepra que COVID-19.
En todo caso, nadie merece ser estigmatizado por padecer lepra, COVID-19 o cualquier otra enfermedad, ni por ningún otro motivo. Contra el miedo, información y contra el estigma, más información y cuidado con lo que decimos. Gracias.