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contra la lepra

30 años de Fontilles en Brasil luchando contra la lepra

La lucha de Fontilles contra la lepra en Brasil empezó hace treinta años en el municipio de São Félix do Araguaia, en el estado de Mato Grosso, donde los enfermos de lepra, o hanseniase, como es conocida la enfermedad en este país, se acercaban a la sede de ANSA (Asociación Nuestra Señora de la Asunción) en busca de consuelo. Desbordados por el creciente número de personas afectadas por lepra en la zona, y ante la falta de atención de los servicios de salud locales, desde ANSA se pusieron en contacto con Fontilles pidiendo ayuda. De esta manera comenzó el proyecto de Fontilles en Araguaia, que se prolongó hasta el año 2013 y que, poco a poco, fue ampliando su área de intervención hasta abarcar 12 municipios de la cuenca del rio Araguaia. En los veinte años que duró el proyecto, ayudamos a diagnosticar cerca de 5.000 casos de lepra, a través de la red de promotores de salud, trabajamos en sensibilización y prevención en las comunidades para frenar el contagio, distribuimos prótesis y calzado ortopédico entre las personas con discapacidades y lesiones en los pies; y lo más importante, logramos implicar a las autoridades sanitarias locales para que asumieran la responsabilidad y el control de la enfermedad hasta que llegado el momento, la presencia de Fontilles ya no fue necesaria.

En la actualidad, Fontilles sigue trabajando en Brasil, pero limitamos nuestra actividad a reforzar el trabajo de las organizaciones locales, vinculadas o no al sistema de salud de Brasil, y en cuestiones puntuales relacionadas sobre todo con la capacitación y la asistencia técnica al personal sanitario local. Dentro de esta estrategia de fortalecimiento de los recursos de salud locales, Fontilles empezó a trabajar en el año 2022 con el DSEI de Manaos. El DSEI (Distrito Sanitario Especial Indígena) es la organización responsable de la atención sanitaria en las zonas indígenas de Brasil. Especialmente tras la pandemia, la labor del DSEI en la Amazonía, al igual que en otras zonas rurales de Brasil, se vio fuertemente frenada debido principalmente a dos razones, en primer lugar porque los recursos sanitarios se concentraron en las grandes ciudades donde la pandemia actuó de una manera más virulenta; y en segundo lugar porque los accesos a esas zonas selváticas o más remotas se encontraron durante un largo periodo de tiempo, cerrados, para evitar precisamente la trasmisión de la COVID-19. De esta manera se actuó con bastante eficacia contra la pandemia en estas zonas rurales o habitadas mayormente por población indígena, pero, por el contrario, se redujeron los efectivos en salud para atender a la población en general.

El inicio de la actividad de Fontilles y el DSEI en el estado de Amazonas se produce, precisamente, cuando se vuelven a abrir las vías de comunicación entre Manaos, la capital del estado, y la selva amazónica y comienzan a fluir los recursos sanitarios hacia la población indígena. Esta intervención se puede llevar a cabo gracias principalmente a la colaboración de la doctora Sofía Ezsol, que dirige y coordina el proyecto desplazándose a Brasil a organizar la capacitación del personal local y dirigir las campañas de detección activa de hanseniase; y la colaboración de la Fundación Piel Sana y la Academia Española de Dermatología, que junto a las aportaciones de los donantes de Fontilles, apoyan económicamente el proyecto. El proyecto se ha desarrollado en dos zonas; por un lado, el territorio de la reserva indígena Kwata – Laranjal (en el municipio de Borba, cercano al río Madeira); y en el territorio indígena Murutinga (en el municipio de Autazes, aledaño al río Amazonas). En Borba, desde el polo base de Kwata y Laranjal hemos podido atender a la población de 5 aldeas indígenas y capacitar al personal sanitario que trabaja en estos dos polos base (centros de salud gestionados por el DSEI). Hemos aprovechado también para revisar el estado de los enfermos de hanseniase diagnosticados en la campaña sanitaria anterior a la pandemia (2019). En la capacitación no solo ha participado el personal sanitario sino también profesores de escuelas del municipio y líderes indígenas de las cinco aldeas.

Idéntica labor se ha realizado en el territorio Muturinga, desde el polo base, formando al personal sanitario local, profesores y líderes indígenas en cómo detectar la lepra con la aparición de los primeros síntomas y como prevenir el contagio.

Este año está previsto volver a Brasil a continuar y ampliar el proyecto. Sumamos al equipo a la Fundación Alfredo Da Matta de Manaos, los mayores especialistas de Brasil (y probablemente de América Latina) en dermatología tropical, continuamos con la inestimable ayuda de la doctora Sofía Ezsol, y nuestro objetivo es ampliar la intervención al municipio de Novo Airão, donde en el año 2020 colaboramos con la Fundação Almerinda Malaquias en la fabricación de mascarillas para frenar el contagio de COVID-19.